“Después fui creciendo”, dijo Chavela Vargas, “y comprendí que se canta tanto con las notas como con los silencios.” Del mismo modo, podría decirse que todo narrador comprende muy pronto que aprender a escribir es, claro, aprender a decir, pero también a callarse; a nombrar, pero también a sugerir; a lograr que no sólo las palabras, sino también los silencios, digan tanto como puedan. Esto tiene que ver con la técnica del narrador, y es básico en el tema de la “economía narrativa”.
Roberto Vera
martes, 1 de octubre de 2013
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